Árboles contra el cambio climático.
ResponsARBOLidad . Guía práctica para evitar el cambio climático, la crisis ambiental y forestal. Jordi Bigues
Cada persona en España emite una media de 7,5 toneladas anuales de dióxido de carbono (CO²), lo que exige que se planten 1.575 árboles por habitante cada veinte años para compensar sus efectos, según el periodista y ecologista Jordi Bigués, para quien el impacto del ser humano sobre el cambio climático se puede medir en función de la cantidad de plantas que serían necesarias para compensarlo.Cualquiera puede medir sus emisiones y hacer una equivalencia en plantaciones de árboles”, lo que garantizaría que el planeta “quede tras nuestro paso como lo encontramos cuando nacimos”.
Bigués denomina este concepto con el término “Responsarbolidad”, que explica en su libro titulado “ResponsARBOLidad . Guía práctica para evitar el cambio climático, la crisis ambiental y forestal”. Además en él, desglosa el número de árboles que, por término medio, compensarían cada una de las actividades que realiza una persona en su vida diaria. Así, además de los 1.575 árboles por consumo de CO², cada habitante debería aportar dos árboles anuales sólo para amortizar su consumo de papel; uno más cada década para restituir la leña que se consume; otro cada cuatro años para reponer la madera propiamente dicha que ha utilizado, y uno por familia al año para producir la cantidad de oxígeno inhalado. El libro esta editado con el patrocinio de Maderas Nobles de la Sierra del Segura, una empresa que pone en práctica la filosofía de este ecologista ofreciendo inversiones “verdes” en árboles.“El objetivo es utilizar el árbol como un termómetro, convertirlo en un sistema de medición de la respuesta ambiental necesaria para compensar la acción humana”. Según Bigués analizando tres aspectos importantes de las emisiones de dióxido de carbono: la vivienda, los vehículos y el lugar de trabajo-, que tienen que ver con estilos de vida” se pueden medir “de forma sencilla pero rigurosa cuántas emisiones de CO2 realiza, por ejemplo, un vehículo determinado, y el número de árboles que habría que plantar para que lo compensaran”. Con este libro quien lo desee puede medir las emisiones de dióxido de carbono de una vivienda, un vehículo o su puesto de trabajo “estableciendo una pequeña auditoría ambiental de las emisiones que implica cualquier actividad” y calcular su equivalencia en plantaciones de árboles. Para el autor del libro, esto “no sólo supondría una actitud de responsabilidad, sino que también pondría encima de la mesa el deterioro forestal”, que es, a su juicio, el principal resultado de la contaminación. Se estima que actualmente hay en España alrededor de 5.100 millones de árboles, lo que supone 120 ejemplares por habitante. El Plan Forestal Español pretende plantar hasta el año 2009 más de mil millones adicionales y pasar a los 250 por español. Además, cada vez más empresas como Maderas Nobles dan la oportunidad de convertir una actitud ecológica en inversión en la que el capital, además de luchar contra la deforestación, se destina a un producto de bajo riesgo y alta rentabilidad. Además, Bigués está convencido de que “con el tiempo” los beneficios de plantar árboles también serán fiscales, “porque es extraño que actividades lesivas al medio ambiente, como por ejemplo la construcción de segundas residencias, sí los proporcionen, y en cambio no se obtengan cuando se invierte en el propio país un dinero que figurará en el Proyecto de Desarrollo Rural Integral”. La plantación debe llegar a considerarse, por tanto, “una acción contra el cambio climático” que se vea beneficiada fiscalmente “no sólo en el momento de la tala, sino también en el de la inversión”.
Practica la responsarbolidad¿Sabías qué?
Tu consumo medio de madera al año es de 0,4 m3 hab/año. Al menos una cuarta parte de esta madera procede de la tala ilegal. Otra parte importante puede proceder de sistemas de gestión insostenibles.
Consumes 170 kg de papel al año. Papel que, en caso de ser de fibra virgen, ha necesitado para su fabricación 14 árboles por tonelada de papel. El papel que consumes puede proceder de madera de plantaciones, los polémicos cultivos de eucaliptos de la península ibérica; o puede proceder de la sustitución de bosques naturales por plantaciones en China o Indonesia; o, también, de la destrucción de bosques boreales vírgenes en Finlandia o Rusia.
Tu cubo de basura tiene entre un 20-30 % de papel y cartón. Arrojas a la basura un recurso valioso.
Para generar el oxígeno que respiramos hay que plantar 1 árbol por familia.
Para no reducir el patrimonio forestal actual cada persona debería plantar 4 árboles.
Para producir la leña que consumimos hay que plantar 1 árbol cada diez años por persona.
Para producir el papel que gastamos deben plantarse 2 árboles cada año por persona.
Para producir la madera que consumimos hay que plantar 1 árbol cada cuatro años por persona.
Para compensar las emisiones de dióxido de carbono que emitimos en nuestras actividades hay que repoblar 105 árboles en el medio natural por persona y tonelada emitida de CO2, o plantar 8 árboles de plantación intensiva por persona y tonelada.
Varias son las posibilidades que se nos ofrecen para plantar, cuidar o conservar árboles.Muchas son las razones que nos invitan a plantar y cuidar los árboles y los bosques: mejorar la calidad de nuestro entorno, disfrutar de la defensa de la naturaleza, compensar el impacto de nuestras emisiones de CO2, disminuir nuestra “huella ecológica”, etc.El concepto de Responsarbolidad pretende extender la conciencia sobre la necesidad de comprometerse con los bosques.”. Así que recuerda que tienes una responsARBOLidad con los bosques.
Planta, cuida, cultiva, conserva. Existen numerosas organizaciones ecologistas que plantan y cuidan superficies forestales, que luchan contra la destrucción de áreas forestales amenazadas por algún proyecto, que estudian y proponen medidas de conservación de enclaves forestales de interés para la conservación. Puedes coger la azada y plantar bellotas; o coger el bolígrafo y escribir alegaciones; o coger la pancarta y denunciar, etc. Tú eliges.
Patrocina. Si quieres ayudar económicamente a conservar bosques puedes patrocinar un árbol, un pequeño bosquecillo o un proyecto de conservación de bosques, en tu entorno o en otros países.
Invierte en árboles. En los últimos años han aumentado el número de empresas que ofrecen productos de ahorro basados en plantaciones cuyo fin es producir madera de calidad con fines comerciales. Es un producto de inversión con consecuencias positivas para el medioambiente (fijación de CO2, conversión de tierras agrícolas en forestales, etc.). Mejor que tu dinero crezca favoreciendo la naturaleza que.
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